EMOCIÓN, energía que nos mueve
¿Sentir nos hace débiles o humanos?
Gestionar el sufrimiento propio y ajeno nos resulta a veces complicado. Cuando sentimos miedo, tristeza o enfado, la reacción más frecuente es decir "no pasa nada" o "no te sientas así". Creemos que estas emociones son negativas y nos hacen débil.
Al actuar de esta manera, inconscientemente nos estamos quitando el gran poder que tienen las emociones, ya que poseen la información necesaria para gestionar nuestra vida con éxito.
¿Qué necesitamos cambiar para aprovechar el potencial de las emociones?
Necesitamos aprender qué son las emociones, para qué sirven y cómo aprender a gestionarlas.
La emoción es una reacción fisiológica a un estimulo externo o interno. De ahí la importancia de cómo nos hablamos. El juez que hay en cada uno de nosotros condiciona lo que sentimos y cómo lo gestionamos.
Las emociones son innatas, imprescindibles e inevitables. Están ahí para ser sentidas, no ignoradas. Lo que reprimimos, revienta por algún sitio (irritabilidad, cansacio, baja autoestima, frustración, apatía ...).
Las emociones indican la necesidad no cubierta. Te invito a seguir leyendo hasta el final para descubrir la intención positiva de cada una de ellas.
El cuerpo es la expresión física de una emoción. Si no le escuchamos, nos grita. Por ello es importante aprender a parar a tiempo y tener en cuenta lo siguiente:
- No elijo la emoción, elijo la acción. Ésta es mi responsabilidad
- Cuido al juez que hay en mi interior. No es lo que sucede, sino cómo interpreto lo que sucede
- Evito los "por qué" a la hora de gestionar las emociones. Me mantienen en un bucle emocional y en el pasado
El hecho de no conectar de forma natural con nuestra parte emocional viene de nuestro sistema cultural y educacional.
Hemos heredado la creencia de que "tenemos que ser fuertes". Ser fuerte es importante en la vida, pero lo hemos llevado a tal extremo, que "si no soy fuerte, soy débil". ¿Quién se va a permitir conectar con la emoción, si cree que es una debilidad?
Si nos vemos como un iceberg, el 90% es emoción y el 10% razón. Queremos mover el iceberg desde el 10%, pero ésto es agotador además de ineficiente. ¿Qué nos impide aprovechar al máximo el 90%? ¿Hacerlo nos hace débil o inteligente y responsable?
Para cambiar el modo de relacionamos con las emociones, necesitamos creer que sirven para algo y darnos algunos derechos.
Te invito a revisar estos derechos asertivos y reflexionar qué va a ser diferente en tu gestión emocional si te los das:
- Tengo derecho a expresar lo que siento, cuándo, dónde y con quién quiera. Esto no me hace débil, me hace humano
- Tengo derecho a cubrir mis necesidades primero. Esto no me hace egoísta, me hace responsable de mi vida
- Tengo derecho a decir NO y decirme SI, así como a aceptar el NO del otro. No es una ofensa, es su derecho
- Tengo derecho a ir paso a paso, a disfrutar del camino, independientemente del resultado
- Tengo derecho a no saber, a equivocarme para aprender.
- Tengo derecho a no gustar a todos. No puedo ni quiero gustar a todos. Necesito gustarme a mí primero
- Tengo derecho a valorar, reconocer y agradecer cada día lo que tengo, lo que hago y lo que soy
¿Qué derecho necesitas darte esta semana? ¿Qué vas a ganar si te lo das? ¿Y tu entorno? ¿Cómo quieres que las personas que te importan estén bien, si tú estás mal?
El bienestar no es solo un derecho, es una responsabilidad. Por ello, para faciliarte el camino, te animo a practicar la técnica de autocontrol PPA:
- Paro, respiro y acepto lo que siento
- Pienso para qué me sirve lo que siento, qué necesito en este momento, qué depende de mí, qué es importante
- Actúo solo cuando he generado un pensamiento alternativo positivo
Y por último, comparto contigo la intención positiva de las 6 emociones básicas:
- Miedo detecta la falta de seguridad. Nos pone en alerta. Nos ayuda a ser prudentes, a preparar, planificar, pedir ayuda, programar y poner límites a lo que nos quita seguridad a nivel externo como interno ("Y, si"; "Si, pero...").
- Tristeza detecta la pérdida de expectativas, motivación, salud, trabajo, personas... Es la emoción inteligente. Nos pone el foco lo realmente importante. Nos dice "acepta, aprende y avanza". Es la emoción que nos ayuda a crecer.
- Enfado detecta la falta de respeto. Nos ayuda a ser asertivos, a decir NO y alcanzar acuerdos de respeto mutuo.
- Orgullo nace con el reconocimiento propio. Aporta autconfianza. Es el antídoto del miedo.
- Amor nace cuando estamos en un espacio seguro y en equilibrio. Es el antidoto de la tristeza
- Alegría surge con los "regalos" inesperados de la vida. Nos ayuda a soltar, a vivir el presente y disfrutar del momento.
Nuestra emoción es la energía que nos mueve. ¿Para qué no aprovecharla?